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LIB-LITTERAEMUNDI EN LA CASA DE LA PALABRA (21/11/2008)

El viernes 21 de noviembre Roge Blasco nos volvió a invitar a su programa La Casa de la Palabra, en Radio Euskadi, para proponeros algunas lecturas. Como en anteriores ocasiones, hemos elegido algunas obras africanas que han sido publicadas recientemente y que nos han parecido muy interesantes. Aquí las tenéis.

Mi vida en la Maleza de los Fantasmas, de Amos Tutuola (1920-1997)

Escritor nigeriano en lengua yoruba, lo cierto es que Amos Tutuola también se expresaba en el inglés pidgin o criollo de Nigeria. La elección de la lengua para sus novelas no resultaba casual ni impuesta, sino que era reflejo del contenido de sus historias y personajes, un mestizaje de las tradiciones antiguas y de las nuevas ideas y costumbres de los europeos y la época de la independencia.

Esta novela es un claro exponente de esta definición de la obra de Amos Tutuola. Recoge el tema universal del miedo a la soledad, a la trascendencia, a la fugacidad de la vida humana, pero desde una clave cultural africana: el miedo del hombre diminuto frente a los dioses eternos y al mundo inabarcable se convierte en la soledad de un niño en medio de la selva, un territorio salvaje poblado de seres fantasmales, muertos a destiempo que conviven con los vivos, seres de la mitología africana. Además, Tutuola lo hace con una notable calidad literaria.

 

Todo lo bueno llegará, de Sefi Atta.

También nigeriana, esta escritora, sin embargo, pertenece a una generación bien distinta a la de Amos Tutuola. Con estudios universitarios realizados tanto en Nigeria como en Gran Bretaña como en E E . UU., donde finalmente se instaló y donde aún vive, Sefi ha sido galardonada con varios premios y reconocimientos literarios de estos países occidentales por diversos trabajos suyos de narrativa corta o piezas radiofónicas. Ésta es su primera novela, que curiosamente ha sido galardonada con un premio literario africano, el Wole Soyinka (a su vez un escritor nigeriano que fue premiado con el Nobel de Literatura en 1986).

En esta novela Sefi Atta regresa a Nigeria por medio de su escritura. E n un ejercicio que parece común a muchos de los escritores en la diáspora (Markandaya, Aravind Ariga, Kiran Desai, Gao Xinjiang, Donato Ndongo, Atiq Rahimi, reciente Premio Goncourt de las letras francesas, Khaled Hoseini, etc.), emigrantes que regresan con la literatura a sus lugares de origen (algunos reivindican también que no tiene por qué ser asi, como el vietnamita Nam Le), reconstruyéndolos y mostrándonoslos a quienes somos realmente los destinatarios de sus obras, los lectores occidentales, Sefi Atta también nos muestra una Nigeria desconocida, íntima y cotidiana. Ambientada en la época de los gobiernos militares de los 70, en Lagos, Todo lo bueno llegará habla de la difícil amistad entre dos niñas, vecinas pero, sin embargo, muy diferentes, al menos a ojos de los adultos. Distinto origen étnico y social, creencias, opciones políticas, color de piel… Una dispuesta a manipular las convenciones de la tradición, y la otra, que intenta desafiarlas.

 

Viajes a las regiones interiores de África, de Mungo Park (1771-1806)

Sin abandonar la región del río Níger, pero viajando por las tierras del curso alto de este mítico río del África Occidental, que, naciendo cerca de las costas atlánticas, en el interior de la actual Guinea-Conakry, discurre hacia el interior de África, hacia Malí, y bordea la región limítrofe entre el Sáhara y el Sahel, donde casi desaparece entre las arenas de un delta interior, para luego trazar una abrupta curva que lo dirige hacia Níger y Nigeria, y desembocar en el Golfo de Guinea, este libro reproduce las expediciones del naturalista escocés Mungo Park. Seleccionado por la African Association británica en 1795 para un viaje de exploración en Gambia, Mungo Park se embarcó en un viaje épico por una de las zonas más bellas del África Occidental. Remontó el río Gambia, cruzó el Senegal y conectó con el Níger, cuyo curso siguió atravesando los países de los Mandinga y los Bambara. E n una segunda expedición, a partir de 1805 y de la que ya no regresaría, descendió el río desde Bamako hasta Bussa, pasando por la legendaria Tombuctú y el país de los Tuareg. Sus diarios, recogidos en esta edición de Ediciones del Viento, se convirtieron pronto en un clásico de la literatura de viajes, y su protagonista en un ejemplo del aventurero prototípico británico sediento de conocimientos y de la gloria de quien explora por primera vez para el mundo occidental un territorio hasta entonces oculto y desconocido. Se iniciaba por entonces, descritas ya la mayoría de las líneas costeras de todo el planeta gracias a los grandes exploradores oceánicos que desde el s. XVI habían partido de Europa, la fiebre por rellenar los huecos en blanco de las tierras interiores de África y Asia.

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