EL MIEDO
La orden de recuperar una posición perdida impuesta por la autoridad de comando obliga al teniente AlfanI a sacrificar a sus soldados para reconquistar el puesto de avanzada.
Esta es la situación que da pie a este breve pero intenso relato situado en las crestas alpinas, entre Palalto y Palbasso, junto a las agujas de las Grisse, en la frontera entre Italia y el Imperio Austro-húngaro, en uno de tantos episodios de la I Guerra Mundial. ¿Qué tiene de especial? La intensidad de su emoción. Se lee rápidamente, casi en una sentada, en parte por su brevedad, y en parte también porque el texto de De Roberto te atrapa. Fluye ágil y encadena los pensamientos, los diálogos y los sentimientos de los personajes de esta acción de tal forma que no te permite parar de leer queriendo siempre saber cómo sigue.
Los hombres van cayendo uno tras otro según les va tocando el turno de cubrir la guardia en un puesto de vigilancia avanzado cuyo camino, bien peligroso, está siendo abatido por francotiradores. Su ocupación es vital para prevenir ataques masivos contra las trincheras que ocupa toda la compañía, y el sentimiento del deber a duras penas se impone sobre el miedo aterrador a una muerte cierta pero invisible. Soldados curtidos en batallas en campo abierto y que han participado en mortíferos asaltos a las trincheras contrarias, sin embargo se resisten, paralizados, a una orden suicida.
La literatura que resurge sobre la I Guerra Mundial hace especial hincapié en el sentimiento del miedo, la irracionalidad de la vida militar, lo absurdo de la guerra. La lectura de esta pequeña joya de Federico de Roberto recuerda a una obra mucho más amplia de Gabriel Chevallier de igual título. Buenas recomendaciones, ambas, para una lectura pausada y sorprendente.
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