DESPEDIDA A UN TITÁN
Hace unos días se llevaron la draga Titán de los muelles del Museo Marítimo Ría de Bilbao. Dicen que su mantenimiento es muy costoso y la van a desguazar. Un pedacito de memoria de nuestra Ría qu va a desaparecer. Poco después recibí esta carta de despedida de un amigo que la conoce bien:
Adiós Amiga:
Hoy me he enterado de que no tiene sentido mantenerte. Seguramente, si fueras algo más estilizada o más marinera no habrías sufrido nada para mantenerte, pero pedirte eso a ti, querida Titán, es como pedir a un yate que haga algo más que sólo navegar. Tú a lo que te has dedicado durante toda tu vida es a trabajar. Sí, trabajar para que los demás pudieran seguir haciendo su trabajo. Cuando has estado haciendo bien tu trabajo nadie lo ha notado, solamente cuando faltaba se daban cuenta que algo fallaba, porque ha sido gracias a ti y a tus otros compañeros, Gánguiles y Remolcadores, que la Ría, nuestra Ría, ha podido seguir siendo puerto; porque sin vosotros eso habría sido imposible. Las grandes empresas no habrían podido hacer nada porque no habría habido manera de que pudieran utilizar la Ría ya que no habría habido calado para que pudieran entrar.
Si habéis sido tan importantes, ¿por qué ahora no se os considera patrimonio?. Pues es sencillo: sois feos, lentos y vuestro trabajo no tiene el lustre de esas grandes travesías a lo largo de los océanos que hacían los grandes mercantes o las regatas que pudieron hacer los barcos de competición. El trabajo de mantenimiento no tiene importancia para la mayoría; bueno para la mayoría no, para los que toman decisiones, porque vosotros habéis sido importantes para tanta gente, gente normal y corriente, de los que se partían la espalda para poder ganarse un jornal. Empezando por aquellos que trabajaban con vosotros y que tenían que sufrir las inclemencias del tiempo tanto como vosotros; como aquel que contaba, que cuando había sopa y no tenían tejado para cubrirse en invierno de una ración se hacían dos de toda el agua que caía hasta llegar a la zona donde comían; o aquellos otros que tenían que quedarse de guardia para mantener las calderas encendidas y que no se apagaran.
Es triste que en la actualidad sólo lo bonito tenga cabida dentro de lo que los dirigentes de la sociedad consideran patrimonio, porque tú has tenido mala suerte, si hubieras trabajado con la gente guapa de la zona, ahora no te verías en esta situación, ellos no habrían dejado que nada te pasara, pero ese es el problema de haber trabajado con los perdedores. Sí, perdedores, los trabajadores, esos que nunca salen en la historia porque lo sucio y feo no nos gusta en esta sociedad de lo bonito y lo limpio, nos olvidamos de cómo fue el pasado. Sólo hablamos de los capitanes de empresas, que arriesgaron su dinero. Los trabajadores arriesgaron otras cosas, como su vida, en un trabajo duro y algunas veces mal pagado; no cuentan, es por eso que lo que puede ser considerado importante para ellos no hace falta mantenerlo, porque ellos no son los que toman las decisiones, no lo han hecho hasta ahora y no lo van a hacer ahora.
Es por eso que en estos momentos en los que te diriges a la chatarra te digo Adiós. Adiós no, hasta luego porque tu recuerdo no se va a borrar, entre los que pasaron años y años de su vida trabajando contigo o con tus hermanas y tampoco te vamos a olvidar aquellos a los que nos contaron las historias que compartiste con ellos y que intentaremos que perduren a lo largo del tiempo.
Hasta luego Amiga
1 comentario
Julen -
Hermoso lo que escribes.
Julen