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KALOMBO. EL HOMBRE BLANCO ESCRIBE EN NEGRO

KALOMBO... O LA HORA DE LA GENTE HONRADA AÚN NO HA LLEGADO

ZABALO, XABIER

MUELLE DE URIBITARTE EDITORES, 2007

20,00 €

Confieso que aún no he leído este libro, que, como otros cuantos, permanece a la espera. Sin embargo, me intriga y lo he estado hojeando tratando de ver cuál es el enfoque. Después de todo, el autor es un hombre europeo, blanco y misionero en el África negra, porque negros son sus habitantes. Entre nosotros, además, este color, el negro, está asociado a connotaciones negativas, y ciertamente, el pasado reciente, el presente y las más inmediatas perspectivas de muchos países africanos responden a estas connotaciones. Por eso, ¿cómo afronta el autor escribir una novela en la que toma el pulso a la cotidianidad de un país como el Congo?

Dice el editor que Kalombo es una novela sobre el progresismo y la reacción, un testimonio del África actual; que sus personajes explican las causas de la emigración en África. Es todo un reto para un escritor europeo ponerse en la piel de unos personajes africanos y hacer que sean ellos mismos quienes narren su historia. Creo que es un acierto, frente a los documentales, los artículos o las crónicas que presentan realidades externas a nosotros, lectores, y a quienes las cuentan, cooperantes, viajeros o periodistas, hacer el esfuerzo de novelar una realidad que no por ello deja de ser más cierta y sangrante. Un europeo ha puesto voz, nombre, personalidad, sentimientos a unos personajes africanos para que África nos cuente su propia historia.

Hojeando el libro en busca de un pasaje de esos que enganchan de alguna manera y nos hacen querer leer toda la historia, me he topado, literalmente, con un pasaje que puede reflejar el tipo de tensiones y choques culturales que seguimos teniendo con África:

(En una clase sobre el Arte Negro, un alumno recrimina que se use el término "negro" para referirse a lo africano por ser un término racista acuñado por los blancos colonialistas. Contesta el profesor, Kalombo) "Mira, la mayoría de los blancos desconocen al Negro y su cultura y le consideran anclado sin remisión en la Edad de Piedra. Por esa razón Shengor (primer presidente de Senegal) lanzó su idea de "negritud" ante el mundo y creó un memorable Festival del Arte Negro. Ni él ni los suyos tenían por qué ponerse colorados. -Se detuvo, estaba en un aprieto. La dichosa frasecita no era muy adecuada: el hombre negro no se pone colorado-. ¡Qué importa!, quería decir que no tenían de qué avergonzarse, como tú y como toda la gente que piensa como tú, sino que al contrario , mostraban a la humanidad entera las maravillas del arte plástico africano, las maravillas del Arte Negro" ( p.86). Es curiosos cómo un profesor se deja enredar por un idioma que no es africano. Suponiendo la acción en el Congo, en Zaire, su expresión en francés está llena de imágenes y figuras que responden a un modelo cultural extraño al mundo africano, como la exteriorización de las emociones con cambios de tono en el color de la piel. Por cierto, que existe un exquisito libro infantil que llama poderosamente la atención sobre este hecho.

Hoy publica El Correo una entrevista con Xabier Zabalo, jesuita bilbaíno que ha vivido 40 años en Zaire, la actual República Democrática del Congo. Ahora, de vuelta en Bilbao, dirige el Centro Ignacio Ellacuría de Interculturalidad. Sin duda, esta novela merecerá su lectura y volveremos sobre ella.

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